LA IMPRESIÓN 3D EN LOS HOSPITALES ESPAÑOLES
Hace poco
tiempo que se inauguró la primera Comisión de impresión 3D Hospitalaria, esto
se produjo en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, en Madrid, esto es el
primer paso para que la impresión 3D o la
fabricación aditiva en los hospitales deje de ser únicamente un recurso
esporádico de los médicos y se comience a utilizar formalmente como una
herramienta que puede ayudar a muchos pacientes.
El material termoplástico con el que
se fabrican las piezas nos sorprendió gratamente a la hora de poder simular pasos de
la intervención o premoldelar partes de los implantes antes de entrar en
quirófano, pero además descubrimos que esto constituía una valiosa ayuda
comunicativa, y permitiendo explicarle al paciente su patología, por tanto el procedimiento a seguir con un modelo que pudiera sostener en sus manos en la propia
consulta o a pie de cama, aunque tras el primer año de aplicaciones en nuestro Campo
Quirúrgico, decidimos compartir este conocimiento con el resto de compañeros del
hospital, creando así este grupo de trabajo junto a otras especialidades como: Médico-quirúrgicas, Enfermería y Farmacia Hospitalaria.
Gracias
a esto conseguimos un Win-Win
en el que podíamos probar esta tecnología 3D al tiempo que compartimos sus aplicaciones en un sector tan específico como es el de la salud, este
laboratorio contó al principio con donativos tanto de fabricantes nacionales como de fabricantes internacionales como las compañías: BQ, XYZPrinting, Ultimaker,
Philips, Materialise, Recreus o Smart Materials, al tiempo que se establecieron
convenios de formación entre las Universidades Carlos III y Politécnica de
Madrid, y la Fundación de Investigación de nuestro hospital, con el fin de que
los estudiantes del Grado de Ingeniería Biomédica pudieran completar sus
prácticas participando en el FabLab al tiempo que se adaptan al propio ritmo
asistencial.
A lo largo del año 2016 ya eran más de quince las especialidades médicas que aportaban casos
clínicos y necesidades de fabricación al laboratorio, y se consiguieron
aplicaciones muy destacadas en el campo de la cirugía oncológica ortopédica, cirugía
cardíaca infantil, cirugía vascular, anestesiología, neonatología y
ginecología, entre otras.
Así, en
farmacia es posible la fabricación mediante impresión 3D o fabricación aditiva de
comprimidos de geometría y composición adaptada a cada paciente, o en cirugía
podemos fabricar nuestras propias ayudas quirúrgicas ajustadas a la anatomía
del paciente a partir de su propio estudio radiológico.
Con esto, se promueve la nueva medicina exponencial y la nueva medicina de precisión, pero igualmente se hace necesaria la constitución de comités de expertos que asesoren y controlen el proceso, al tiempo que actúen como interlocutores con los organismos reguladores y las empresas que pueden ofrecer servicios de fabricación externa que coexistan con la manufactura in-house.
3DN: ¿EN QUÉ POSICIÓN CREES QUE SE ENCUENTRA ESPAÑA ACTUALMENTE A NIVEL
DE IMPRESIÓN 3D DENTRO DEL SECTOR MÉDICO?
El Gregorio
Marañón ha sido pionero en la aplicación médica de la impresión 3D en los
hospitales de una manera transversal y escalonada, así como en la investigación
de técnicas de bioimpresión 3D de tejidos como la piel o la fusión de la
impresión 3D o fabricación aditiva con realidad aumentada en cirugía, pero además existen otros
Centros que están avanzando enormemente en impresión 3D en los hospitales.
La mayoría de los hospitales universitarios ya cuentan con sus propias impresoras 3D, aunque falta quizás una mejor comunicación y acción coordinada entre todos para poder lograr un cambio de paradigma en favor de la fabricación POC.
Para entender a
fondo la importancia de la utilización de estas tecnologías de impresión 3D o fabricación
aditiva dentro del campo médico y la introducción de la impresión 3D o la fabricación aditiva en los
hospitales hemos hablado con el Dr.
Rubén Pérez, fundador del 3D Opinión y miembro de la Comisión Hospitalaria de
Impresión 3D.
3DN: ¿CÓMO COMENZÓ EL DESARROLLO DEL PRIMER FABLAB HOSPITALARIO Y CÓMO
FUE SU EVOLUCIÓN HASTA LA LLEGADA DE LA COMISIÓN DE IMPRESIÓN 3D?
Esto comenzó en 2013 adquirimos nuestra primera
impresora 3D gracias a una beca del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Aunque por aquel entonces ya teníamos
experiencia en el procesado de las imágenes radiológicas para la obtención de Reconstrucciones
Anatómicas en 3D y era inevitable que diéramos el salto a la fabricación de Biomodelos tangibles a partir de esa información.
Esta tecnología de impresión 3D de
escritorio resultó una herramienta muy valiosa para conseguir réplicas a escala
real sobre las que poder planificar nuestras intervenciones quirúrgicas.
Gracias a esto se consiguió un espacio de trabajo en
una ubicación privilegiada, y fue en el pasillo principal del edificio de
hospitalización y bastante próximo al Bloque Quirúrgico, lo que nos permitió poder establecer un circuito que reunía todo el proceso desde la imagen Radiológica Digital
hasta la mesa de operaciones, e incluyendo la edición 3D del modelo, su
fabricación en impresoras 3D y la esterilización de la pieza fabricada para su
uso en quirófano.
Durante el año 2015
exploramos estos conceptos de fabricación “A pie de cama” o bedside 3D printing y el de
fabricación “En el punto de atención” o point-of-care
manufacturing (POC) aumentando la dotación de recursos materiales en
gran parte mediante donaciones de diferentes fabricantes de impresoras 3D de
escritorio y de materiales termoplásticos.
Además la rotación de
estudiantes de bioingeniería ya era un continuo, trabajando sobre casos
clínicos reales en procesos centrados en el paciente.
Compartimos
nuestra experiencia y resultados en Publicaciones Científicas de impacto, en Medios de Comunicación y redes sociales, pudiendo sentirnos orgullosos
de haber sido los primeros en describir las aplicaciones de guías quirúrgicas
impresas en 3D en el propio hospital para el tratamiento de deformidades
de algunas articulaciones como la rodilla, o haber sido pioneros en la
hibridación de la impresión 3D con la navegación óptica o la realidad aumentada
aplicada a casos quirúrgicos, pero durante los dos
últimos años hemos creado protocolos de trabajo y un documento de consenso
firmado por numerosos servicios clínicos con el que se ha respaldado la impresión
3D o fabricación aditiva in-house,
lo que ha motivado finalmente la reciente constitución de la primera Comisión
de impresión 3D hospitalaria.
Nosotros apostamos
por un cambio de paradigma, donde la impresión 3D en
los hospitales permita recuperar el papel como fabricante que siempre tuvieron
y que quedó relegado por la estandarización e industrialización de los
procesos.
La impresión 3D
en los hospitales permite una descentralización de la manufactura, a la vez que
se logra adaptar el producto a las necesidades específicas de cada escenario o
cliente, se trata de recuperar el papel artesano en plena era digital, donde
los procesos pueden estar personalizados pero sin merma de calidad o control.
Con la
impresión 3D o la fabricación aditiva se vuelve a recuperar el valor del
producto a medida, lo que resulta crucial en el ámbito de la medicina, pero además el producto
digital se puede compartir y fabricar tantas veces como sea necesario y en
cualquier punto del planeta.
Con esto, se promueve la nueva medicina exponencial y la nueva medicina de precisión, pero igualmente se hace necesaria la constitución de comités de expertos que asesoren y controlen el proceso, al tiempo que actúen como interlocutores con los organismos reguladores y las empresas que pueden ofrecer servicios de fabricación externa que coexistan con la manufactura in-house.
Por todo ello
creemos que es crucial que al menos en los hospitales universitarios y centros
asistenciales de referencia,
mientras se introducen soluciones de impresión 3D médica, se constituyan estas
comisiones interdisciplinares.
Creo que España
reúne el talento y la experiencia necesaria como para estar a la cabeza de las
aplicaciones de la impresión 3D en el sector salud.
Al tratarse de
una tecnología descentralizada que apuesta por el trabajo colaborativo avanza a
un ritmo vertiginoso, siendo los propios profesionales de nuestro Sistema
Sanitario los que están impulsando su introducción en los hospitales, simultáneamente
la industria ha puesto el foco en estas aplicaciones y creo que se está
avanzando mucho en innovación traslacional y en nuevos modelos de servicios
bajo demanda.
La mayoría de los hospitales universitarios ya cuentan con sus propias impresoras 3D, aunque falta quizás una mejor comunicación y acción coordinada entre todos para poder lograr un cambio de paradigma en favor de la fabricación POC.
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