WITBOX 2: CORAZONES 3D PARA SALVAR VIDAS

La tecnología avanza para tratar de hacer nuestra vida más fácil, sin embargo, existen algunos campo  campos donde la más moderna de las invenciones aún no es capaz de sustituir a aquellos que la han creado, pero aún se necesita al factor humano.

BQ, la empresa tecnológica española, conocida por sus smartphones, ha abierto nuevas vías de mercado hacia los campos como la robótica o la impresión 3D.

Su producto insignia en este aspecto es la impresora Witbox 2, una caja de apenas treinta centímetros de alto que ha permitido, entre sus usos ordinarios.

Una función que puede ayudar a mejorar la vida de munchas personas: la impresión de corazones humanos en 3D.

En colaboración con los distintos especialistas del Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, la Witbox 2, se utiliza para poder reproducir corazones con cardiopatías congénitas severas.

Y con el fin de ayudar a los cirujanos a preparar sus intervenciones más complicadas y optimizar sus resultados antes de operar al paciente en cuestión.

Pero no fue BQ quien acudió al hospital para ofrecer su impresora, cuando les contamos para qué utilizábamos su impresora se quedaron muy impresionados, y vinieron a seguir el proceso y desde ese momento tenemos un acuerdo de colaboración para acudir juntos a congresos, convenciones, etcétera.

Tener visibilidad es muy importante para ambos en este proyecto y en este caso, ambos nos podremos beneficiar juntos, afirma Gorka Gómez, médico encargado de este proyecto en el Hospital Virgen del Rocío.

Gracias a las imágenes obtenidas de los TAC y las resonancias magnéticas se podra recrear fielmente la forma única de los órganos, que se examinara primero por el equipo médico en el ordenador y se imprimirá en 3D para su examinado en detalle.

Las cardiopatías congénitas severas son un problema que afecta especialmente a los más pequeños, que llegan a padecerla ocho de cada mil recién nacidos. 

Por lo que la correcta preparación de los cirujanos ante este tipo de intervenciones puede resultar decisiva para afrontarlas.

Cada corazón es diferente y el estudio en profundidad de su estructura anatómica, sus cavidades, su tamaño y la conexión de sus vasos sanguíneos permite abrir un margen de error que hasta ahora no existía, incrementando la precisión quirúrgica y reduciendo los tiempos de cirugía.

¿POR QUÉ LA WITBOX 2?

La impresión 3D ya se utilizaba en el centro desde el 2011, especialmente para la cirugía maxilofacial y la cirugía plástica, aunque sus reproducciones se imprimían utilizando plástico flexible, su acabado aún era demasiado rígido y aportaban poca precisión.

Gracias a un proyecto de financiación que permitió al centro adquirir un dispositivo más moderno, la impresora 3D de BQ fue la elegida por el hospital en 2013 e introdujo una mejora importante: la impresión 3D con filamentos flexibles.

Las nuevas posibilidades que podría ofrecer la Witbox 2 despertaría el interés del departamento de cardiología infantil, que vio la oportunidad de aplicarla al estudio de las imperfecciones de un órgano tan importante como es el corazón.

La impresión en 3D de un corazón es un proceso complejo que puede variar mucho en función de sus características.

Se ha tenido casos de corazones pequeños que se han tardado dos o tres horas, pero ese es el mejor de los casos.

En corazones de mayor tamaño o con una gran complejidad anatómica se ha llegado a tardar hasta de dos días en imprimir, asegura Gorka Gómez.

Actualmente el centro cuenta con tres impresoras Witbox 2, dos de ellas adquiridas por proyectos de financiación y una donada por la propia BQ a finales de 2016, cuando el centro decidió informar a la tecnológica del uso que le daba a su dispositivo.

PROYECTOS PARA EL FUTURO

Según el médico Gómez, gracias a la impresión 3D o la fabricación aditiva, en el hospital sevillano ya se ha realizado alrededor de unas 1.700 reconstrucciones virtuales de pacientes y desde 2011 se han creado piezas específicas para la planificación quirúrgica de más de 400 casos.

Aunque nuestro objetivo es extender el uso de la impresión 3D o fabricación aditiva y poder aplicarlo a las intervenciones quirúrgicas de modo que cualquier hospital pueda disponer de ellas sin necesidad de recurrir a un proyecto de financiación, asegura.

El hospital ya tiene abierto un proyecto en este aspecto, aunque también ha abierto otros caminos en busca de la innovación en la impresión 3D.

El más ambicioso es su proyecto para investigar sobre una futura bioimpresión capaz de reproducir, por ejemplo tejidos celulares vivos.
Nuestro objetivo más inmediato es la impresión 3D con materiales de grado médico, como el titanio, para poder producir piezas que se puedan utilizar como implantes.