UNA NUEVA ERA EN LAS IMPRESORAS 3D DE ALIMENTOS EN LOS RESTAURANTES
Cualquiera que
haya visto la pastelería tridimensional de Dinara Kasko habrá quedado maravillado por las posibilidades infinitas de la
impresión 3D en la restauración, la experta en
repostería, en diseño CAD y diseño artístico
deja que sus obras hablen por ella: Pastel Toroidal de Fruta del Dragón, Tartaletas
Cinéticas, Tarta Origami,
una sugerente y extraña mezcla de sabor, de color y formas geométricas.
La repostera
ucraniana no es la única que ha sucumbido ante esta Nueva Tecnología 3D para la restauración al sentirse profundamente intrigada por los resultados.
Para poder encontrar
a otro amante de la gastronomía que apuesta por las impresoras 3D de alimentos
no hace falta salir de España, La Boscana, un
establecimiento distinguido situado en Bellvís (Lérida), acoge entre sus muros
acristalados al chef Mateo Blanch, otro ferviente defensor
del 3D en la cocina.
El chef Mateo Blanch comentó
para IB Times UK lo
siguiente: «Estoy usando una impresora 3D en mi restaurante y me gusta
emplearla delante de los clientes de forma que puedan participar y ver cómo estoy
haciendo su comida, y la retro alimentación que estoy recibiendo la clientela es
realmente buena».
Las
experiencias del Chef Mateo Blanch con la impresora 3D Focus de By Flow, y las de la repostera Dinara Kasko con su configuración
personalizada demuestran que el sabor no es el único reclamo en toda esta
parafernalia tridimensional.
En este restaurante llamado La Boscana, se ve cómo el plato se va materializando en frente de los ojos incrédulos de los
visitantes es una experiencia adicional, y resulta que
los restaurantes con espectáculo, especialmente aquellos que se desentienden
de los marcos preestablecidos, están en boga, y en boca de todos, se paga: El
menú de este restaurante La Boscana está galardonado con una Estrella Michelin, alcanza los 180 euros.
Este restaurante ilerdense se convirtió en el año 2015 en el primer
restaurante español que imprimía su comida en 3D para el deleite de los comensales, lo hacía por aquel
entonces pensando en la promesa de menores tiempos de procesado.
Lo cual
efectivamente logró al adoptar parcialmente el concepto del que poco antes
había sido el primer restaurante del mundo capaz de usar la impresión 3D de
alimentos, el Food Ink, de Londres.
Food
Ink, se convirtió de la noche a la mañana en uno de los estándares mundiales
de la impresión 3D o la fabricación aditiva de alimentos.
El local se define como «Una Experiencia
Gourmet única en la que toda la
comida, todos los utensilios y todo el mobiliario se producen completamente
mediante la impresión 3D o la fabricación aditiva en un espacio futurista, somos un salón de cenas conceptual
y Pop-Up donde la cocina
excelente se encuentra con el arte, la filosofía y las tecnologías del mañana».
LA BOSCANA
En el Food Ink,
se utilizan tres tipos diferentes de impresoras 3D, y estas tres impresoras 3D han sido
desarrolladas en España.
En primer lugar
el modelo Foodini, de Natural Machines
Iberia, una empresa que aboga por esta tecnología puntera y la defensa de
la salud y del medio natural.
NATURAL MACHINES
Las impresoras
de soporte y detalle vienen de la mano de la empresa BCN3D
Technologies que aporta el modelo Sigma.
WASP IBERIA
Mucho sabor
español en un local que también ha recibido participación de importantes
equipos franceses, es el caso de la arquitectura, que ha sido diseñada por el
afamado estudio liderado por Arthur Georges Joel Mamou-Mani, especializado en
el estilo pop.
No es de
extrañar la involucración de otros países ya que para la creación del Food Ink,
fue necesario un esfuerzo titánico y multidisciplinar en el que tuvieron roles
de gran importancia como arquitectos, artistas, chefs, diseñadores, ingenieros,
futuristas, industriales, inventores y tecnólogos de renombre, quienes
aportaron su granito de arena para hacer
que la idea de Antony Dobrzensky, es director ejecutivo del Food Ink., se
materializas exitosamente.
Han pasado muchos años desde que los primeros pioneros marcará el camino, y hoy en día los locales
que hacen uso de esta Nueva Tecnología para la restauración no son tan raros como
antaño.
Otro caso
español es el del Restaurante La
Enoteca del Hotel Arts de Barcelona, la variedad de comida prima en las
mesas de su comedor, para este chef Paco Pérez es un honor tener la suerte de
servir platos elaborados con los ingredientes más variopintos.
E igual de
variopintos que dichos ingredientes son los métodos de cocinado y las
creaciones resultantes.
Un claro ejemplo de ello es el Coral Marino, este es
uno de los artículos que toman forma gracias a una impresora Foodini, se trata
de una escultura de puré de marisco rematada con embellecimientos de caviar y
guarnición de erizo de mar.
La satisfacción
de los comensales solo se ve superada por la del propio Chef: «Son muy
interesantes las contribuciones de la tecnología actual a la gastronomía, el
proceso creativo está modelado por lo que esta tecnología sea capaz de hacer»,
indicaba para BBC en el año 2016.
LA COMIDA IMPRESA ES UN TEMA CANDENTE.
Aunque la
verdadera fiebre de la impresión 3D o la fabricación aditiva tuvo su fin hacia finales de 2016, desde
entonces no han parado de aparecer nuevas aplicaciones industriales y
personales en potencia.
En el ámbito
gastronómico y de la producción alimentaria, se ve de todo: un proyecto de
investigación de la Universitat Politècnica de Catalunya sobre la impresión 3D o
fabricación aditiva de carne sintética, una muestra sobre impresión 3D en chocolate
en el Salón Internacional del Chocolate de Madrid, el desarrollo de tecnologías
de impresión 3D o fabricación aditiva de alimentos en la empresa barcelonesa Domus Vi para poder facilitar la ingesta a los ancianos, las decoraciones sanferminescas en la espuma de la
cerveza del bar Baserriberri hechas con impresora 3D, etc.
De hecho, los
restaurantes que deseen incorporar una impresora 3D de alimentos a su
mobiliario de cocina han recibido una buena noticia durante el verano: la UE ha concedido una ayuda de 1.8 millones
de euros a través del programa SME Instrument a Natural Machines Iberia para el
desarrollo del modelo Foodini Pro, la esperada evolución de la Foodini de dos mil
euros, que en esta Nueva Iteración será asequible para cualquier hogar y más avanzada
tecnológicamente.
En el futuro
próximo los restaurantes como Food Ink., La Boscana, La Enoteca o La Mélisse
(un pequeño establecimiento estadounidense con mucha clase, galardonado con dos
estrellas Michelin y regentado por el chef Josiah Citrin), podrían
aparecer como setas por toda nuestra geografía.
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