LA IMPRESIÓN 3D Y LA AUTOMOCION, ¿CAMBIARÁ POR COMPLETO LA PRODUCCIÓN DE VEHÍCULOS?
La impresión 3D
o fabricación aditiva, seamos sensatos, aún
no ha ofrecido todo el potencial que dispone, existen cada
vez más un mayor número de modelos de coches, pero siguen siendo caros y no
permiten las realización de maquetas que pongan de relieve el futuro que se le
espera a esta tecnología 3D, hasta se está probando crear Organos Humanos con
la impresión 3D para su trasplante.
Así que no, si
estabas pensando que en apenas un par de años ibas a imprimir tu coche en casa
con una de estas máquinas sentimos decepcionarse, ni mucho menos será así.
Ahora bien, ¿y
si en el largo plazo muchos de los componentes que se fabrican en serie fuesen
sustituidos por otros que crease una
impresora 3D?
Viendo cómo ha
cambiado el Mercado de la Automoción en los últimos 5 años, no podemos afirmar
con rotundidad que los años de la década de 2020 no dispongan de algunos
elementos impresos.
Esta es una Tecnología Futurista, pero con especialización, no se puede descartar su implementación dentro de la línea de
producción.
Y entonces, ¿Nos
olvidamos de la creación de toda la Base del Chasis, o incluso toda la Carrocería,
bajo el sistema de la impresión 3D?
Varios ejemplos
han demostrado cómo es posible crear un
automóvil dándole unas sencillas instrucciones a una máquina.
STRATI, EL PRIMER PROTOTIPO PRODUCIDO POR UNA
IMPRESORA 3D
Todo comenzaba
cuando en el año 2014 un sencillo automóvil
roadster aparecía en escena, el nombre que eligieron para este prototipo
fue Strati, alertaba a los fabricantes por la posibilidad de que la tecnología
de impresión 3D formalizase su aparición a gran escala.
La carrocería,
según se puede observar en la imagen anterior, y estaba producida por completo
por una máquina tras la realización de
un diseño por ordenador.
Un simple
archivo había servido para producir en apenas unas horas de trabajo, la
estructura básica de un coche sobre
el que se montaría después un motor eléctrico.
Tal y como se
puede leer en el portal tecnológico Hipertextual, el ahorro de
costes de mano de obra y de proveedores es abismal.
Mientras que
cualquier automóvil con mecánica tradicional puede superar las 10.000 piezas,
el Strati tan solo contenía 49, lo que le permitía ser una opción más que
interesante para el público.
Se hizo con
varios galardones, como el 3D Printed Car Design, pero como suele pasar,
la falta de inversión provocó que no se
pudiese ser efectiva una línea de producción basada en esta metodología.
Ahora bien,
¿cómo ha mejorado la tecnología basada en la impresión 3D en tan solo 2 años? A
diferencia del Strati, sí que se han conocido datos como el precio del Local
Motors LM3D Swim, un digno heredero
producido en formato biplaza que ha mejorado la esencia del anterior.
LOCAL MOTORS LM3D SWIM, EL PRIMER COCHE DE
PRODUCCIÓN BAJO TECNOLOGÍA 3D
Antes de
mostrar cómo un coche producido bajo tecnología 3D puede llegar a ser posible,
es importante destacar que no todo el proceso puede estar automatizado en una
única etapa.
De ahí se
explica que un diez por ciento del proyecto no lleve aparejada la interacción de la impresión 3D en
el proceso de producción.
Tal y como se
puede observar, Local Motors es capaz de producir cada unidad atendiendo a los
gustos del cliente, el
cual deberá pagar una suma total
cercana a los 53.000 dólares, 45.000 euros o un millón de pesos al
cambio actual.
Según se puede
leer en el periódico La Vanguardia en un artículo
elaborado en el año 2016, esta especie de buggy posee
una estructura que cuenta con hasta
diez centímetros de grosor, la cual rodea al conjunto de baterías que
incorpora a modo de proteger a los ocupantes ante un posible accidente.
Aunque pese a
ello, el material utilizado difícilmente podría pasar las pruebas que realizan
los Organismos Oficiales en cuanto a seguridad, es importante
destacar que este tipo de tecnología de impresión 3D o fabricación aditiva no ofrece un material que recuerde al que utiliza cualquier chapa de un coche convencional, esta es mucho menos robusta.
QUÉ PODEMOS DESTACAR DE UNA TECNOLOGÍA FUTURISTA
Es cierto que
la impresión 3D o fabricación aditiva ya
existe en la automoción, pero no en el sentido que se ha expuesto aquí.
Muchos fabricantes de automóviles poseen robots capaces de ensamblar piezas y
piezas al minuto.
Pero sin embargo, ningún fabricante
utiliza un molde completo sobre la que se basa para poder producir un automóvil.
Pero teniendo en cuenta que los
fabricantes realizan inversiones millonarias en robótica, pero lo más
lógico es pensar que deben primero amortizarlas antes de dar el siguiente paso.
La tecnología
de impresión 3D o la fabricación aditiva, además, se enfrenta a un problema mucho
más difícil de afrontar.
¿Cómo lograrían superar estas pruebas de choque?, este material no está preparado
para resistir ante una colisión la brutalidad del golpe y, menos aún,
garantizar la integridad de sus ocupantes, así pues, lo
más lógico será pensar que solo en el largo plazo se podría plantear este tipo
de soluciones.
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