LLEGAN LAS CASAS CONSTRUIDAS CON IMPRESORAS 3D
Los
asistentes a la Exposición Internacional de Jardinería de Melbourne, se llevarán una
grata sorpresa, verán
por primera vez cómo luce una casa (para un árbol) fabricada con impresión 3D.
Kooky Cubby es la creación de arquitectos,
ingenieros y diseñadores de robots australianos que, con su
aparición, abre un gran interrogante: Si ya se pueden imprimir en 3D casas de
árbol, la impresión 3D también
puede imprimir casas de verdad será una cuestión de tiempo.
En
esta era de la que se está haciendo mención la llamada Cuarta Revolución
Industrial, ¿Podremos ver grandes impresoras 3D trabajando en la construcción
en reemplazo de albañiles?
John
Hainsworth, el líder del área digital de la empresa Aurecon (una de las socias
en el proyecto Kooky Cubby) se cree que es posible y destaca una variedad de
experimentos con impresión 3D alrededor del mundo: casas de hormigón en China,
construcciones de bajo costo en California y una oficina en Dubai son
algunos de los ejemplos que cita.
No
tienen porque que ser bonitas, y sólo importa que se puedan producir
rápidamente, entonces sí es una cuestión de tiempo que las
impresoras 3D fabriquen casas, dice Hainsworth.
El
proyecto Wasp se trata justamente de eso, está liderado por la firma italiana
Centro Sviluppo Progetti (CSP), la iniciativa pone el foco en casas impresas in
situ usando materiales del lugar.
Como
primer paso, ya existe una impresora de 12 metros de alto que usa energía
solar, agua, fibra vegetal y barro para construir estructuras similares al
adobe.
CSP
planea usar la impresora 3D Big Delta para poder construir una eco ciudad experimental en una zona industrial en Massa
Lombarda, un pueblo de Italia cercano a Boloña.
El
vocero de Wasp, Maurizio Andreoli, y que está considerada como una potencial
solución al déficit de viviendas, nuestro sueño es una casa para todo el mundo,
dice, y se entusiasma: “Podríamos reemplazar casas de mala calidad por casas
orgánicas, que no dejarán desperdicio dejen de ser habitadas”.
Otro
proyecto de construcción en 3D que genera grandes expectativas es tiene por
objetivo concretar un puente de acero en Amsterdam.
Después
de muchos años de experimentación y pruebas, la empresa de robótica holandesa
MX3D espera empezar a fabricar la estructura horizontal del puente en los
próximos meses.
Tim
Geurtjens, el jefe de tecnología de MX3D considera esta experiencia como una
prueba: “Veremos si hacer el puente es posible, no para demostrar que es la
nueva forma de construirlo, sino para probar cuáles son las posibilidades que
existen hoy.
A
partir de aquí, “La gente podrá usar su imaginación para que surjan nuevas
ideas”, y adónde podrían llegar esas ideas, nadie está seguro, un factor
importante es la tecnología, obviamente.
A
pesar de que los distintos aditivos a base de polvos y la
resina avanzaron
mucho, estos elementos están en una etapa muy experimental si se los piensa
como materiales para la construcción.
Los
estándares para los materiales de construcción convencionales han sido probados
y han evolucionado durante décadas para que puedan ser seguros y confiables.
En
comparación con ellos, los materiales de impresión 3D están en una situación
complicada al no contar con antecedentes.
Si
estás hablando acerca de imprimir un edificio tenéis que demostrar que va a
resistir”, señala Clément Moreau, el CEO de la firma francesa Sculpteo, que
lanzó un servicio de impresión en titanio este año, la
normalización es muy problemática, donde se quiera poner la impresión 3D
tenemos que enfrentar los temas de regulación.
Stewart
Williams de la Universidad de Cranfield es un pionero en la tecnología de
impresión 3D en metal usada para el puente de Amsterdam.
Stewart
también admite que el control de calidad representa el mayor de los desafíos, y considera que para ser viable, toda
técnica de construcción en 3D debe tener sistemas que puedan monitorear los
materiales mientras son producidos.
Como
dice irónicamente: “No querrás estar construyendo y llegar al final para
enterarte que el proyecto tiene varios agujeros”.
Asumiendo
que los entes reguladores acepten a la impresión 3D en la construcción, la potencial ventaja para
la industria será enorme.
Entre
los factores está el aumento de la productividad, para reducir los costes
laborales y crear ambientes laborales más seguros, así como diseñar edificios
complejos que no son técnicamente ni económicamente posibles en el presente.
Hasta
ahora, nadie en la industria ve seriamente a la impresión 3D o fabricación
aditiva desplazando a las técnicas constructivas tradicionales.
Aunque
el escenario más probable para el futuro cercano es la impresión 3D como
herramienta para hacer componentes específicos, no un edificio entero.
Este
Potencial Disruptivo se hace cada vez más evidente cuando se mira a este tipo tecnología
de impresión 3D o la fabricación aditiva en el contexto de otras innovaciones
emergentes en la industria de la construcción, Dominic
Thasarathar, representante de la empresa Autodesk, sostiene que están siendo
fundamentales los desarrollos en Robótica y Prefabricación Digital.
Mucha
de la construcción se va a mudar a la fábrica, lo que permitirá hacer un
producto de mejor calidad en el corto plazo y en un ambiente más seguro”, dice
y agrega: "Este tipo de tecnología ya existe para hacer componentes para
la construcción en maneras muy automáticas, como por ejemplo soldadoras
robóticas".
Thasarathar
admite que se podrá utilizar la tecnología 3D para la fabricación de
componentes para grandes proyectos.
Aunque
sin embargo, en el corto plazo, las impresoras 3D de escala y sofisticación son
muy caras para un constructor promedio, aunque Thasarathar arriesga que podrían
haber empresas que presten el servicio de alquiler de impresoras 3D de gran
porte.
En
cuanto a las habilidades requeridas, los futuros ingenieros y futuros arquitectos
necesitarán aprender a manejar el
software sobre el que descansa la impresión 3D o fabricación aditiva, así como
a trabajar con tecnología automatizada.
Éstos
serán requerimiento imprescindibles también para: Soldadores, Constructores, Carpinteros
y otros trabajadores del rubro, aunque
de todos modos, no esperen una explosión de construcciones con impresoras 3D
ahora mismo.
Como
concluye Tim Geutjens: Algunos trabajos se harán mucho mejor con robots que con
personas, pero siempre se necesitarán empleados especializados en la obra.
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