LA IMPRESIÓN 3D AUMENTA LA SEGURIDAD EN CIRUGÍAS COMPLEJAS
En España la impresión 3D o la fabricación aditiva se viene utilizando
de forma puntual en el ámbito sanitario desde el año 2001, cuando algunos pioneros en estas
lides comenzaron a explorar las posibilidades de esta tecnología para ofrecer
una medicina más personalizada.
Entre todos ellos encontramos al médico Pedro Martínez Seijas, que actualmente está en
el Servicio Gallego de Salud.
En esta publicación digital TICBeat
hemos querido conocer su experiencia, retos y la visión que tiene de la
impresión 3D en la actualidad y de cara al futuro inmediato.
Este médico es uno de los pioneros en impresión 3D o la fabricación aditiva aplicada a la salud, ¿Cómo
logras introducir la impresión 3D en el ámbito sanitario en España?
Los inicios
quedan lejanos en el año 2001, estaba viendo con mi jefe José Arruti una
reconstrucción en 3D rudimentaria de un TAC y en aquel momento nos preguntamos qué podríamos hacer si la tuviéramos físicamente entre las manos y ahí empezó
todo.
Para introducir este tipo de tecnología en la medicina fuimos buscadores de ingenieros que pudieran primero “Pasar la información
del CD” a un ordenador y de ahí fabricarlo, en aquel primer momento fue como
diría un cocinero “algo muy de autor”.
Aunque más
tarde y de manera gradual exploramos su utilización en los diferentes campos como: Deformidades
Cráneo Dentomaxilares, Oncología, Reconstrucción con Autotrasplante de la
pierna en cabeza y cuello, labio leporino como las reconstrucciones alveolares para
colocar dientes.
¿CÓMO
TRABAJASTE CON EL PRIMER PACIENTE CON EL QUE SE EMPLEÓ LA IMPRESIÓN 3D O LA
FABRICACIÓN ADITIVA?
El primer
paciente fue una mujer que le faltaba la mitad de la mandíbula, primero con el
TAC buscamos al ingeniero
para poder procesar la información.
Le dijimos: ¿Ahora
puedes copiar la mandíbula que le queda, hacer un espejo y ponerla donde le
falta?”, nos dijo que por supuesto.
Luego, a partir
de esa imagen, la enviamos a una empresa de placas en Alemania, donde nos
fabricaron una estructura en malla a medida que, luego en quirófano, la
rellenamos de hueso, y ahora, ¿Cómo
estás trabajando con esta tecnología?
El primer nivel
y más básico es usar los biomodelos virtuales o impresos en 3D para poder
enseñarlos al paciente, y así complementar los estudios de imagen.
Siempre trabajó de manera multidisciplinar con los ingenieros, en donde aporto mi conocimiento
clínico para el uso y necesidades de los biomodelos y colegiamos los materiales
de impresión según para qué va a ser usado el
biomodelo y hacer eficiente su uso.
Algunos
hospitales, sin embargo, lo hacen con impresoras de bajo coste no acreditadas
para uso médico, desde un nivel “amateur”.
El segundo
nivel es trabajar con el ingeniero sobre Biomodelos Virtuales que permitan
realizar Simulación de Cirugías, fabricación virtual de guías, utillaje o
instrumental a medida.
Aunque para ello se
utilizan ya Programas Certificados para uso médico de unos 30.000 euros e
impresoras 3D también certificadas para uso médico de 200.000 euros en
adelante.
El tercer nivel
o avanzado fabricación en 3D e implantación de prótesis a medida; por ejemplo, hace
poco tiempo realicé la implantación
de una prótesis en titanio a medida de casi toda la mandíbula a un paciente,
que al verla antes de colocarla la denomino como “Obra de Arte”, cosa que a mí
personalmente me emocionó.
Como anécdota
el polimetilmetacrilato, un plástico, se vio que era bicompatible de forma
empírica cuando los pilotos de la Segunda Guerra Mundial se lo clavaban en el
cuerpo y en los ojos en forma de trozos de las ventanillas de los aviones al
ser atacados y se mantenían en el cuerpo sin problemas.
He visto en la
televisión una problemática con las prótesis e implantes de uso médico, me ha
preocupado y además tengo que decir en aras de tranquilizar a los pacientes y al
público que los implantes estandarizados como los implantes y las prótesis a medida
son biocompatibles.
¿CUÁL ES EL IMPACTO ACTUAL DE LA IMPRESIÓN 3D O LA FABRICACIÓN ADITIVA EN
EL ÁMBITO DE LA MEDICINA?
Hay un gran
salto evolutivo en los casos complejos, de pasar de una cirugía más general “Café
para todos” a una cirugía personalizada
y a medida, algo así como “cirugía de sastrería”, y esto nos permite ser más
objetivos con las expectativas de los resultados, hacer intervenciones
quirúrgicas con menores incisiones, con mayor seguridad y más rápidas.
¿Aunque queda mucho camino por recorrer? Es decir, con las medidas y estímulos
adecuados, ¿por tanto, el impacto de esta tendencia tecnológica podría ser mucho más
notable de lo que es a día de hoy?, estamos empezando una nueva época de la medicina y
cirugía a medida y personalizada, mi estímulo en mayúsculas es el uso de la
impresión 3D, crear prótesis personalizadas por y para
el paciente, en los campos donde la tecnología estándar ofrece soluciones de
menor calidad que la hecha a medida.
Con ello
conseguimos aumentar la seguridad en cirugías complejas con menores tiempos de
estancia en el hospital, tanto que a veces hasta el paciente se sorprende y nos
dice “¡Ah! ¿Pero ya me puedo ir a casa?”, sin ninguna
duda que a corto medio plazo, el impacto será más que notable, será
sobresaliente.
De alguna
manera, pensemos en la Guerra de las Galaxias cuando Luke pierde su brazo al
cortárselo Darth Vader y se lo reconstruyen con metal recubierto de piel
natural, aquello era algo futurista en el año 1980.
Pero ahora
reconstruimos las Mandíbulas con metales, Partes del Cráneo con plásticos, Hueso
con materiales cerámicos a medida desde el año 2001. ¿Quién me iba a decir que
la medicina iba a evolucionar tanto en tan poco tiempo?, y ¿Cómo se está apostando desde la
Administración por la implementación de este tipo de técnicas en el ámbito
sanitario?
Pero es necesario
contar con visionarios a medio y largo plazo, desde clínicos como mis maestros
José Arruti, Francisco Hernández Altemir, Ramón Palomero o José María Rodríguez
Cortel para poder dar ese salto cualitativo, pero que sepan transmitir a los
directivos con mentes abiertas los parabienes de la innovación clínica aplicada
para que llegue de facto a los pacientes.
El SERGAS
(Servicio Gallego de Salud), donde actualmente desarrollo mi actividad pública,
es puntero en la innovación orientada al paciente en que los clínicos junto a
la administración se realizan ese cambio.
Por otro lado
la administración autonómica, nacional y europea a través de las diferentes directivas regulan el uso en la medicina de la impresión 3D, velando por los
pacientes como por el sistema sanitario.
¿POR
QUÉ CONSIDERA QUE NO SE ESTÁ INVIRTIENDO EN ESTE TIPO DE TÉCNICAS DESDE LA
ADMINISTRACIÓN QUE TANTO BIEN PODRÍA HACER A LOS PACIENTES?
Primero por
desconocimiento de los propios profesionales y la falta de conocimiento para saber
transmitir a nuestros
responsables el uso de este Tipo de Tecnología, que es una realidad, el médico
es poco proclive a los cambios y
los directivos son médicos en su mayoría y por ende también poco proclives.
Pero cada vez
más hay médicos y cirujanos que al conocer lo que aporta se involucran en esa
evolución. Segundo por ser una sanidad poco basada en general en el paciente y
sí en lo que “Cuesta la Atención Médica”.
Si miramos de
forma puntual lo que cuesta una impresión 3D y no en
la eficiencia de todo el proceso (Ahorro en evitar segundas intervenciones quirúrgicas, evitar complicaciones,
menor tiempo quirófano como una estancia en el hospital inferior), entonces no
se aprecia el gran valor de la cirugía personalizada
a medida, hablemos de empresas, ¿Cuáles son las
compañías punteras en el desarrollo de la impresión 3D aplicado al ámbito
sanitario?, A nivel internacional debemos pensar en Stratasis, HP,
Renishsaw, EON. Multinacionales implicadas en el avance de la impresión 3D en
el ámbito médico que está aportando valor a la administración en su
implementación, también hay un puñado de empresas en España con bastante empuje
en impresión 3D como son Eureka 3D, AJL, EDESDEV, Mizar, Xkelet.
¿CUÁNTOS PACIENTES CREES QUE SE PODRÍAN BENEFICIAR DE LA APLICACIÓN DE LA
3D EN LOS PRÓXIMOS AÑOS?
Desde el año
2001 hasta el año 2018 se han beneficiado en nuestras manos unos trescientos
pacientes, creo que son miles los que se pueden beneficiar, sobre todo los
casos complejos en que la medicina y la cirugía personalizada aporte valor, hemos
abierto una época en que nos queda mucho camino por recorrer.
Ahí el medico
tiene una grandísima responsabilidad a mi modo de ver, pues es factor
imprescindible para el buen uso y eficiente de la impresión 3D.
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