REGEMAT 3D PROBARÁ EN MÉXICO SUS TEJIDOS IMPRESOS EN 3D
José Manuel Baena, es el director de Regemat 3D,
empresa de Granada (España) recientemente distinguida con el premio emprendedor
XXI de Andalucía, ha declarado a la prensa local que están preparando un ensayo
clínico en México que supondrá la primera prueba en pacientes de sus tejidos para regeneración en 3D.
Además, la empresa trabaja con grupos que desarrollan terapias para patologías específicas como la regeneración de válvulas cardiaca, oftalmología, fármacos.
Además, la empresa trabaja con grupos que desarrollan terapias para patologías específicas como la regeneración de válvulas cardiaca, oftalmología, fármacos.
Lo que hacen en Regemat es elaborar un
software con el que imprimir en 3D tejidos o piezas personalizadas según el diseño
o la segmentación obtenida a través de TAC o Resonancia Magnética, pero tienen un
extra más.
Han creado lo que llaman bioimpresión 3D, que
permite configurar las partes de la pieza donde inyectar o depositar células
madre que suponen una gran novedad en la impresión 3D, ya que se podría
regenerar la pieza a partir de esas células madre.
La novedad es imprimir en 3D una pieza con
la geometría que quieras y configurarla para inyectar células de forma que ya
tenemos una pieza en 3D a medida y con células repartidas con capacidad de
regenerar tejido porque vienen de células madre, destacó José Manuel Baena.
Así, el objetivo final será que un
paciente con patología o necesidad médica pueda tener esta pieza en 3D y que
con las células se vaya regenerando.
En diferentes aplicaciones todavía queda mucha
investigación para regenerar ciertos tejidos, pues nuestro producto puede
añadir la bioimpresión 3D y adaptar la máquina a cada pieza, explica, pero en lo
que más trabajan es en regeneración de cartílago.
Lo que Regemat ofrece a grupos de
investigación y centros sanitarios es un programa y la adaptación de la
bioimpresora 3D para la realización de esas piezas. Ya tienen en EEUU, México, Colombia,
Portugal, Inglaterra, Escocia.
Hablamos con el grupo de investigación
para saber qué quiere hacer, qué aplicación clínica y qué quieren comprobar y
se desarrolla la bioimpresora ya preparada para esas necesidades.
Ya están validando todos los permisos para poder trabajar con células humanas ya que la máquina se usa para investigación y
están en proceso de llegar a la aplicación clínica en un proyecto en México de
bioimpresión con células mesenquimales para regenerar cartílago.
Con estos avances, la pregunta es clara, ¿Hasta dónde se puede llegar? "Hay que ir paso a paso. Lo que ahora se
hace con material sintético hay que ir convirtiéndolo en bioimpresion 3D y que
desaparezca.
Hay que seguir trabajando mucho, primero
el cambio de material sintético por otro que se degrade, ponerle células y a
partir de ahí donde se pueda llegar".
Por ejemplo, en el campo de
reconstrucciones, en lugar de tener que coger huesos de otras partes del cuerpo,
poder regenerar tejidos, y Regemat ya trabaja en dar esas herramientas a los investigadores. Se conseguirá hacer un órgano 3D con células y que sea funcional, por eso estamos aquí,
asegura Baena.
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