IMPLANTES DE OREJA POR IMPRESIÓN 3D
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, están desarrollando un método para obtener mediante
impresión 3D prótesis de oreja con las que ayudar a niños que hayan nacido sin el
pabellón auditivo, como es el caso de Maia, una niña de apenas dos años de edad
y que vino al mundo sin pabellón auditivo, en lo que en términos médicos se
conoce como microtia.
Al respecto, Chloe Mulligan, madre de Maia, ha declarado lo siguiente: “Maia es una niña llena de confianza, de vida y no quiero quitarle eso, es algo que te rompe el corazón, pero espero que pueda tener pronto un oído. Si la prótesis por impresión 3D es un éxito, el método podría ser usado para imprimir otras partes del cuerpo. Esta es una tecnología prometedora, aunque no tiene un uso tan amplio como la producción de prótesis comunes.
Mia Woodruff, profesora de la Universidad
Tecnológica de Queensland, afirma que "nadie en el mundo ha impreso antes
implantes de orejas en 3D, yo creo que el precio en el mercado será
menor que el de un par de gafas.”
La primera etapa del proyecto es una solución a corto plazo: La prótesis que ha sido diseñada en 3D es de silicona médica que queda fijada magnéticamente o con pegamento quirúrgico.
La primera etapa del proyecto es una solución a corto plazo: La prótesis que ha sido diseñada en 3D es de silicona médica que queda fijada magnéticamente o con pegamento quirúrgico.
Para la solución a largo plazo, los investigadores quieren hacer una oreja a partir de las células de Maia.
El órgano se cultivará en un biorreactor y después será fijado quirúrgicamente a su cabeza con la ayuda de la tecnología auditiva, la oreja crecerá y se convertirá en un órgano con vida propia.
Los investigadores creen que los oídos impresos en 3D podrían estar en el mercado en uno o dos años.
El órgano se cultivará en un biorreactor y después será fijado quirúrgicamente a su cabeza con la ayuda de la tecnología auditiva, la oreja crecerá y se convertirá en un órgano con vida propia.
Los investigadores creen que los oídos impresos en 3D podrían estar en el mercado en uno o dos años.
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