9 DE CADA 10 EMPRESAS SATISFECHAS CON LA IMPRESIÓN 3D.
La consultora IDC señala que, además del precio, una de las cosas que más aprecian los compradores de este tipo de dispositivos es que sean fáciles de usar. Puede que a la impresión 3D o fabricación aditiva todavía le quede un largo recorrido por delante.
Pero quienes ya se han sumado al carro de este fenómeno tecnológico, que los analistas ven con grandes posibilidades de futuro, se muestran satisfechos con los resultados obtenidos.
Esta satisfacción vendría dada por parte de las tareas de creación, explican desde la consultora, que reconoce que de momento son las organizaciones más voluminosas las que más garantías de éxito aportan a la impresión 3D.
Eso sí, si las previsiones de los expertos están en lo cierto, con el paso del tiempo debería irse avanzando hacia un interés más generalizado.
“Estas impresoras son típicamente adquiridas para un flujo de trabajo de creación específico, pero una vez en su sitio el uso se expande rápidamente a otros tipos de aplicaciones”, comenta Keith Kmetz, vicepresidente de Hardcopy Peripherals Solutions & Services en IDC.
“Los early adopters que reconocieron los beneficios sustanciales de coste y tiempo de salida al mercado de la impresión en 3D han triunfado”, añade Kmetz, “pero es su satisfacción general y la habilidad de ampliar el uso lo que llevará a la impresión 3D en última instancia al siguiente nivel”.
Se sabe que una de las cosas que más aprecian los compradores, además del precio de los dispositivos, es que éstos sean sencillos en el uso.
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